Entradas

Carta de despedida

Imagen
CARTA DE DESPEDIDA Cierro la puerta de mi casa, ahora vacía. Por suerte he olvidado un limonero en el patio y tengo que volver a entrar. Nunca sentí esta casa como mía, la promotora que me la alquiló se encargó durante cinco años de recordármelo. Nunca quise pintarla, reformarla, mejorarla, sabía que tendría que marcharme más pronto que tarde. La subida de precios me pone nerviosa, precipita mi deseo de escapar de este barrio y de encontrar una nueva casa grande, bonita y asequible. Por ahora no acepto más estafas. Después de meses recibiendo ofertas de las páginas de alquiler, un contacto nos pasa un chollo. ¡Me piro vampiro! Lavapiés se queda a tres paradas por la linea azul. Me encojo con mi hija Jara en lo que era mi cama, esquinadas por última vez, oímos las voces de los vecinos, olemos el curri y vibramos por la campana de humo del restaurante contiguo. Este es mi nido, ¡qué vértigo al abandonar la seguridad que siento! Nos vamos, María, Sara, Lucía, Pau, Jesús, vecinos de los

Diálogo exquisito

DIÁLOGO EXQUISITO - Lo estás sobando y luego no puedes limpiarte los mocos - Estás bien así - Pero es que, ¡Claro! A partir de las 16:30 ya no hace sol - La culpa es de esos…ya sabe, ¿no? Ya sabe a qué me refiero - Yo te puedo hacer el de picapollito mientras - María tiene un hijo muy bueno, siempre la cuida - Yo tengo la temperatura baja por herencia - Yo me siento bien rodeada de artistas - Mírame, parezco cualquier cosa - Y si de paso me decís donde esta la calle esperanza - Yo parezco cualquier cosa, soy incapaz de ceñirme - Muy bien, Manolo, un buen nombre español - Yo es que practico el budismo en mi día a día, no soy muy materialista - Hay que estar más de 50 horas para ser una buena vecina, ¿no crees? - Es así la vida, pero quien tiene una es más feliz a veces - Yo de frases no sé - ¡Teta!

Lavapiés en estos días

Imagen
LAVAPIÉS EN ESTOS DÍAS Estos días Lavapiés se ha convertido en un plató cinematográfico, si no lo era ya. Mientras estamos sentadas en el banco se ruedan tres películas simultáneamente, con el consecuente caos, calles cortadas, trajín de camiones, y técnicos trepando por las paredes para colocar focos y asegurar cables... Algunas personas, dueños de pequeños comercios principalmente, estaban un poco hartos de tanto lío que perjudica su negocio. Nuestras vecinas de banco nos preguntan si aquello tiene que ver algo con nuestro proyecto artístico. Aunque lejos de ser así, su pregunta me hace pensar en la idea de fraude, y el peligro de convertir la miseria en espectáculo, el riesgo de estetizar la marginalidad, y de utilizar la exclusión social en beneficio propio. Estos días Lavapiés está tan lleno de acontecimientos que pareciera que el barrio se fuera a hundir por el peso de su propia imagen. Lavapiés es un decorado donde cuesta distinguir la fachada de lo real, y se hace difíci

Sobre estar juntas

Imagen
SOBRE ESTAR JUNTAS Junto a la pensadora y bailarina Sofia Neubarth aprendí que no hay encuentro sin deformación, y que lo común no es posible sin desplazamiento. Por lo tanto, desplazarse y deformarse serían los dos movimientos necesarios para crear comunes. Lo común no es un lugar fijo sino un brotar de posibilidades de común. Exige no saber. Exige ejercitar la escucha. Exige confiar. Exige tocar y ser tocados. Exige observar que yo respiro, pero que la ciudad también respira, que la otra también respira. Nuestro encuentro con el mundo aparece en flujo. Integrar el mundo en movimiento no es algo que el cuerpo simplemente haga, sino que es algo de lo que el cuerpo participa.  ¿Tiene el arte como finalidad crear comunes?  Llenamos nuestros discursos con la palabra diversidad, pero, ¿Realmente nos disponibilizamos a la tarea de estar juntas? ¿Estamos dispuestas al desplazamiento de uno mismo? “ Nos no es un único mundo, sino mundos distintos que conviven de forma imprevista, y

Mañana en el banco

Imagen
MAÑANA EN EL BANCO Esta mañana en el banco la hemos pasado a la sombra, en compañía de José Antonio Sánchez y su libro Cuerpos Ajenos, donde leo: “La legitimidad del arte dramático se basa en una decisión ética, en una devolución constante del poder a aquellos cuya potencia se usa.” Y nos preguntamos, ¿qué devolución podemos hacer a nuestras amigas de estos días? “¿En qué condiciones un ejercicio de representación con implicación afectiva y con voluntad política es éticamente asumible?.” Durante la mañana vemos entrar y salir constantemente gente del portal, un joven de andares vigorosos, una anciana acompañada de una mujer que la lleva del brazo, una joven que vuelve con la bolsa de la compra, un chico atlético con su camiseta de boxeo, una mujer con varios bolsos que sale abriendo con dificultad la pesada puerta, una chica muy delgada con falda azul y pañuelo de colores en la cabeza... y los camiones de reparto que no dejan de subir ruidosamente por la calle. “¿Cómo

Hacer acera

Imagen
HACER ACERA Otra tarde en  la zona  revoloteando entre el suelo y el banco, entre una conversación y un juego, entre la ansiedad del estar para nada y el gusto del freno. Las señoras del banco, octogeniales, nos hablan de la espera, de la cual se denominan expertas.  Especialistas en esperar, de eso no me cabe la menor duda. Me siento cerca de ellas, las observo, les pregunto sin la intención de sacar material, pura curiosidad, disfruto de su silencio, a ver si se me pega algo de eso.   Comienzo por aquí, por la espera, porque p ara llevar a cabo esta tarea de la investigación artística hemos escogido la contemplación como metodología, y en la contemplación hay mucho que aprender sobre este arte de saber esperar. En esta decisión de estar-con para nada,   la mayoría de las veces descubrimos que lo que encontramos es mil veces más hermoso de lo que buscamos. Permite que salgan a la superficie los invisibles. Que salgan a la luz historias como la de una vecina que hace sesent

Disfrutando del cansancio común

Imagen
DISFRUTANDO DEL CANSANCIO COMÚN En el último capítulo del libro La sociedad del cansancio, el filósofo Byung-Chul Han hace referencia constantemente al Ensayo sobre el cansancio de Peter Handke y, como este, distingue dos formas de cansancio, uno que separa y aísla, el cansancio de una sociedad de rendimiento, y un cansancio elocuente, con un "Más del Yo aminorado", que abre un entre, donde no solamente vemos lo otro sino que también lo somos. "Cuando el Yo se aminora, la gravedad del Ser se desplaza del Yo al mundo (...) Un cansancio que da confianza al mundo, mientras que el cansancio del Yo, en cuanto cansancio a solas, es un cansancio sin mundo, que aniquila al mundo".   Guiados por estas reflexiones hemos encontrado que Lavapiés es un barrio agotado, convertido en una máquina de rendimiento, hiperexplotado. Desde nuestra humilde propuesta hemos intentado guiar la investigación hacia el otro lado, inclinando la balanza hacia un cansancio que hace p